lunes, 24 de octubre de 2011

"ESCLAVA Y PRISIONERA" : Cuentos acerca de las mujeres : Laura.



Laura se había visto siempre a sí misma como una mujer trabajadora ,cooperativa , responsable. Después de tantos años de casada , apenas se venía a dar cuenta , lo poco que había vivido.
Matrimonio al empezar los veintes , con quién había sido su novio cinco años. Dos bebés antes de los veinticinco. Dedicada a su familia. A cuidar su casa y sus niñas. Pocas salidas. Aunque con una vida llena de risas y de juegos con sus hijas. Poco tiempo para sí misma , aunque no lo había echado en falta.
Así de llena estaba su vida.

   Siempre que su esposo necesitaba ayuda en su negocio , era la primera en llegar y la última en retirarse.
Para hacer lo que se necesitara: barrer , suplir a la secretaria o a los ayudantes , hacer trámites , llevar la nómina , enlazar con el contadora. Lo que se necesitara y a la hora que fuera.  Con la camiseta bien puesta , más que eso.
   Poco a poco se fue integrando al trabajo , hasta llegar a tener una responsabilidad de tiempo completo, sin que por eso descuidara hijas y quehaceres.
   Cuando necesitaba o deseaba algo lo pedía . La respuesta era, el próximo fin , que se postergaba al siguiente , al siguiente y así hasta que se cansaba de pedir o lo olvidaba. Así que muy pronto empezó a idear formas de ganar dinero. Haciendo trabajos eventuales , vendiendo las manualidades que hacía, en fin.

   Cuando comenzó a trabajar se le ofreció en el negocio una recompensa monetaria , la cual recibió entera una vez , luego se redujo hasta la cuarta parte y la recibía una semana sí y diez no. Se acostumbró a trabajar sin que se le pagara. Lo tomó como su aportación a la economía familiar.

   No salía sola. No tenía tiempo , ni adonde ir. Si salía tenía que dejar hecho todo, tener dinero para decidir y pagar lo que haría y regresar siempre antes. Pedir permiso como si fuera una niña. Y muchas veces se le negaba. Otras lo conseguía a regañadientes. Al regreso , pleitos y reclamos que duraban tantos días , que
poco a poco Laura fue dejando de querer salir. Realmente a él le salía muy barato que ella no saliera.
Y así permanecía prisionera en una cárcel construída por su falta de dinero ,su necesidad de aprobación, su miedo a los problemas , su miedo. Y el miedo creció como una planta fuerte y resistente: A la cual si Laura le cortaba un brote le crecían tres ramas , como las cabezas de Medusa .
Qué cansado! E interminable! Cortaba una y brotaban tres , cada vez más ramas , más fuertes, más gruesas , más altas.
En esa prisión ella estaba sola. Sola con su carcelero , que todos los días machacaba una y mil veces sobre los defectos de Laura. El tenía una habilidad especial para detectar los puntos débiles y atacar . No hubo aspecto que no atacara: El rostro de Laura , su cuerpo , sus habilidades (o falta de) como ama de casa ,como madre , como cocinera , su sexualidad , su forma de vestir , sus gustos , aficiones , a su familia , a sus amigos , su profesión.
   Aislada y sola , a merced de su carcelero , su percepción de la realidad se alteró. Su concepto de sí misma
se deterioró . Y sus miedos aumentaron. Las mentiras de Ël repetidas tantas veces , acabaron siendo verdades para Ella. Un foso profundo se abrió a sus pies y poco a poco la fue jalando.
   Él quería tenerla sólo para él.  Controlar lo que hacía , lo que compraba ,lo que pensaba y hasta lo que sentía. Quería poseer sus sueños y sus anhelos . Sus deseos y sus cariños.
   Cualquier arma podía ser usada : amabilidad , falsas promesas , pretendido amor , silencios  hostiles, enojos , insultos , críticas , amenazas , jalones, agresión , castigos , encierros y gritos.
   Laura no podía con los gritos , la atemorizaban , la paralizaban . La convertían en una niña pequeña , llorosa , temerosa e indefensa. 
  Y los ataques verbales de él . Filosas dagas lanzadas en ráfaga. No había manera de defenderse , de responderle , de ganarle.
  Los golpes pudo responderlos , sin miedo , con toda la fuerza y la decisión a pesar de la diferencia de peso y de estatura .A pesar de que ella no había golpeado a nadie. Y pegó , pateó , arañó , mordió ,pellizcó , pisó . Todo lo que pudo hasta que unas manos fuertes apresaron su garganta y le impidieeron respirar , hasta que cayó como fardo al piso; ni aún entonces tuvo miedo.

   Impedirle salir. No dejarla entrar. Quitarle las llaves de casa y coche. Retirarle el dinero. Cortarle el teléfono. Cortar lazos con su familia. Aislarla , aislarla, para tenerla a su merced.

Y sin quererlo Laura con sus miedos reforzados , con su visión deformada ,con su voluntad mermada,  con su pérdida de sí misma era colaboradora y co-carcelera. 
  

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