Empezó como suelen empezar las grandes historias de amor.
Sin pensarlo , sin sentirlo , poco a poco , sólo sucedió.
Miradas que se cruzan , ojos al principio tímidos.
Que se esquivan y se fijan unos en los otros ,
Como danzando.
Y que un día se sostienen la mirada.
Pláticas amenas , de temas ajenos , de personas en común .
Que se van haciendo más largas , más frecuentes , más exclusivas.
Empezar a extrañar , a quién hace poco ni se conocía.
Que ni en el mundo se hacía.
Sentir de nuevo "mariposas en el estómago" al encontrarse.
Y un tremendo vacio al separarse.
Tender lazos de comunicación, de intereses , de planes, de afectos.
Ser cómplices en el encuentro y en el mensaje.
Buscar los espacios de soledad.
Tocarse con miedo , con las puntas de los dedos.
Explorar el contacto . Más largo , más intenso,más piel a piel.
Ocupar el recuerdo con la imagen , que se ha grabado en la retina.
Recordar lo dicho y lo vivido.
Planear el siguiente encuentro,
Buscando un pretexto , una excusa para verse , para buscarse.
Volver a sentir esa ansiedad anticipada.
Tejer sueños , hilar planes para dos.
No concebir el futuro en ausencia.
Anhelar más que el aire la presencia.
En silencio. Sin confesar.
Hasta aquella noche de desvelo ,
en la que el dique se quiebra ,
cuando viendo la luna através de un anillo
círculo perfecto sin fin ni principio.
La pasión se desborda , el cariño se suelta.
Y entre suspiros y besos,
junto a promesas y rezos,
Patty se da cuenta de que el rostro de su Amor...
es un rostro de Mujer.
Y Patty no puede , ni quiere negarse al Amor.