Creo que a todos en algún momento nos ha pasado esto:
Amar tanto a una persona , que pareciera que se amara por primera vez.
Y desear no tener historia y que la otra persona no tuviera pasado , de tal manera que se pudieran descubrir la vida y el amor juntos.
Poder ser su primera mujer , que él fuera el primer hombre.
Darse el primer beso y que no hubiera habido un beso antes.
Que todas las caricias fueran inéditas.
Recorrer los caminos del cuerpo , intransitados aún.
Que la persona a la que se ama hubiera nacido ayer.
Que hubiera brotado de la noche a la mañana como un
honguito en tiempo de lluvias.
Hoy que escribo esto me doy cuenta que esto no es tan imposible como pudiera leerse.
Si bien es cierto que todos tenemos historia. Unos más breve que otros.
Y que hoy en día la vida amorosa comienza más precozmente.
La realidad es que cada relación es tan distinta a otras. Que cada relación la vivimos de diferente manera. Que uno mismo es tan distinto en cada momento de la vida, que casi podría decirse que es otra persona.
Porque evolucionamos continuamente.
Porque al ser con el otro en pareja , estoy siendo de un modo distinto.
Soy yo , sin embargo soy diferente .
Sólo contigo puedo ser yo-contigo.
Así que en cada relación, cada beso, SI es el primer beso.
Y cada caricia es inédita.
Y cada camino de mi cuerpo es intransitado.
Lo mismo que el de tu cuerpo.
Pues aquí contigo yo soy de otra manera y sólo tú puedes
recorrerme como lo haces.
Cada inicio es un nuevo comienzo.
Y nuestros planes e ilusiones lo son por vez primera.
Si la relación se acaba , también se van los que fuimos,
que existieron uno al lado del otro , en sincronía.
Y que con nadie más podríamos volver a ser.
