Soy una mamá.
Aunque mi nido no está vacío ,la realidad es que mis polluelas ya se valen por sí mismas. "Habemus" ingenieras! por lo que una de
ellas ya trabaja y la otra ya merito.
Hace mucho que pasé la etapa de "jugar a la casita" .
Hace mucho que mis pollitas me seguían todo el día porque les gustaba estar con su mamá.
Hace una eternidad , que querían ser como yo , porque su mamá les parecía lo máximo. Y otra eternidad que querían hacer lo que yo hacía , estar donde yo estaba ...en fin.
Hace tiempo , no tanto , que pasamos la "aborrecencia" , esa dulce etapa
en la cual los hijos aborrecen a sus padres.
Hace tiempo , que pasamos la etapa del "pavo" , en la cual los hijos
a veces están para "vomitarlos", según dice el mito urbano, jaja!
Entonces estoy en el momento en que mis hijas son ya mujeres. Y como jóvenes adultas ellas , como adulta ya no tan joven yo; hemos redefinido nuestra relación . Se mantiene el cariño , el respeto , la comunicación (a veces no tanta). Hoy son unas muy divertidas , inteligentes , maduras y "ocurrentes" compañeras de camino.Con las cuales se pueden compartir cosas nuevas y diferentes. Que apoyan , entienden y también cuestionan.
Que ya no necesitan que se les cuide , aunque siempre me tendrán en "stand by".
Aún no llega el momento en que me regalen lo que una paciente me dijo que era "el postre de la vida". NO! no es un Cheesecake. Es un nieto , o nieta. Wow ! cómo me encantaría tener uno.
Y a falta de nieto , la vida me trajo una sobrina. Una sobrina que me ha hecho dar cuenta cuánto echo de menos a un bebé. Mmmm! aparte ni siquiera soy original.
En fin , soy tía de una bebé HERMOSA. Cada semana , o más seguido si puedo me doy mis "toques" de María José , que así se llama la interfecta.
Lo cual significa pedirsela prestada a su mamá y casi casi arrebatarsela a cualquier otra tía que se aparezca por el camino. Hagan de cuenta como en la rebajas de Zara , donde hasta el estilo y la educación se pierden.
Una vez en posesión de la beba , darle su "bibi". Ponerla a repetir . Cambiarla. Hacerla taco. Arrullarla. Cargarla para que se calme cuando llora. En fin. Y en todas estas actividades hace tiempo no realizadas encontrarle un nuevo rostro al Amor.
Te quiero María José! Me encanta verte sonreir. Que me sigas con la mirada y cantarte dulcemente. Adoro tu olor y tu leve peso en mis brazos.
Tenerte abrazada y sincronizar mi respiración a la tuya. Dejar correr el tiempo mirándote dormir solamente. Descubrir el milagro de la vida en tí.
Tenerte en mis brazos , es una nueva dimensión de la felicidad. Que hace mucho no experimentaba y que llena de alegría a esta "gallinita querendona" que soy , que no he dejado de ser.
