viernes, 11 de marzo de 2011

" ELLA Y ËL " : Cuento





Esa tarde , en el breve espacio que compartían como novios. Presa de la emoción , se acercó al oído de él y con voz queda dijo: Yo también quiero
estar a solas contigo.
Ël, momentáneamente dejo de respirar , no se movió y
preguntó: qué te parece dentro de ocho días?, podríamos...
Ella le interrumpió diciendo decididamente: Y qué te parece mañana?
Así se acordó , sería mañana , a la misma hora en que se estaban despidiendo. Veinticuatro horas después de acordarlo. Y cada quien retomó su camino, con nervios y emoción.


Varios mensajes se cruzaron a lo largo de esas horas.
Sabían que habían concertado una cita , para estar a solas y cada uno en su interior sabía que no habría marcha atrás.
Estarían solos ellos dos , con su amor , con el anhelo , con las hormonas alborotadas y el corazón desbocado como dos adolescentes.

Ël muchas veces le había pedido que estuvieran solos , con privacidad.
Ella se había resistido por mucho tiempo.
Ël le había dicho que no pasaría nada que ella no quisiera. Ella luchaba con sus valores , con sus prejuicios , con su miedo.
Ël le pedía estar a solas para poder abrazarse , besarse , hablar , con
calma , con tiempo , con libertad. Ella temía , lo que él pensara. Temía lo que pasaría después. Temía sentirse "fácil" y no poder vivir con eso.
Ël no sabía , que ella dudaba.
Si para él fue una sorpresa oirla, para ella fue un milagro hablar , hablar con tanta decisión.
Y ninguno de loa dos sabía quë esperaba con más temor o con más ilusión.
Que algo pasara o que no...


Para ella la noche pasó en un suspiro. ´
Se bañó con cuidado , se enjabonó varias veces. Se encremó y se
perfumó. Quería prepararse para él. Para el hombre que amaba.
Había tanto que hacer. Cargó en su bolsa con cepillo de dientes , perfume y desodorante. Para refrescarse antes de ir hacia él.

Llegado el momento , una vez lista, se encaminó con pasos firmes a su cita. Sonrió al verlo de lejos. Visiblemente nervioso , mirando el reloj y moviéndose con inquietud. Se saludaron y él se apresuró a tomar sus cosas.
Ella le preguntó si podían ir a comprar un té. Ël se sacó de onda y quiso saber si ella se había arrepentido. No amor , lo tranquilizó ella , es sólo que tengo sed, lo compramos para llevar?

Armados de sus bebidas se subieron al coche y se encaminaron. El ya había seleccionado el lugar. Al acercarse le dijo. Yo me encargo.
Les indicaron el camino y al llevarlos al ascensor les dijeron Qué pase buena noche señor.
Al verse solos en el elevador se tomaron de la mano y se miraron sonriéndose con ojos y labios. Al entrar a la habitación. Ël encendió las luces , corrió las cortinas . Se le acercó y la miró fijamente. Ella nerviosa se descalzó. Se abrazaron muy fuerte , muy apretado. El se sentó en la cama y se quitó los zapatos y palmeando la invitó a sentarse. Ella lo hizo y entonces él se recostó en el lecho.
Ella se paró como impulsada por un resorte. Ël se paró y la abrazó por la espalda. Ella giró en sus brazos y comenzaron a besarse.


Un beso tras otro. Al principio breves y suaves , de "piquito". Poco a poco sus besos se hicieron más largos y profundos. Los dos usaban labios y lengua. Dando y devolviendo los besos con amor , con entrega. ella , desconcertada sentía el calor en su cara , en su pecho. Con los ojos cerrados podía ver estrellas. Besándose se sentaron pues las piernas se les hicieron de hilo. Besándose se fueron recostando. Ella sintió contra su vientre crecer el sexo de él. Y dentro de sí el calor , escurrir la humedad y en ambos crecer una hambre antigua , una hambre eterna,una hambre universal : El deseo.

De pronto , ella se separó y se incorporó. En un arranque se quitó la blusa que cubría el top de tirantes. Luego ,de regreso a fundir sus labios.
Ella nunca había sentido esa necesidad insaciable de comer a besos. Nunca
había besado ni la habían besado así.
Al sentirlo acalorado , le ayudó a quitarse la camisa , ella se arrancó el top. Piel a piel se abrazaron.
Las manos hábiles de él , le desprendieron los pantalones.
Las manos temblorosas de ella batallaron con el cinturón.

No existía nada en el mundo , que no fuera su amor y ése momento.
En el momento que ël entró en su vientre. Suspiraron al unísono...
Estaba pasando , eran una sola carne. Mirándose , se movieron ritmícamente
y ella explotó varias veces murmurando en el oído de él , su nombre , palabras de amor . Ël también explotó con un gemido. Y permaneció encima de ella que también lo abrazaba.
Ambos giraron , ella para acostarse sobre su pecho , conciente por primera vez de su total desnudez. Ël boca arriba , pegadito a ella. susurrando tiernas palabras de amor.

Hablando y abrazándose permanecieron acostados. Ya no había pena , ni miedo. Ambos sonreían besándose y tocándose ,negándose a que terminara
esa entrega de amor tan perfecta.