No se preocupen , no voy a hacer una crítica de la obra que estelariza la Chule , ex de Luis Miguel.
Tampoco me voy a arrancar con la letra de la canción del mismo nombre. De la cual hay numerosas versiones. Aunque no puedo dejar de reconocer que una de las mejores es la que hizo Alejandro Fernández , en sus inicios , a dueto con la Sonora Santanera , en el disco que se grabó por el 40 aniversrio de la orquesta hace ya muchos ayeres. Más bien quisiera hablar de esas flores.
A poco no les gustan las gardenias?
No saben cuáles son?
Unas pequeñas de color blanco , como rosas chiquitas.
Que en algunos pueblitos venden acomodadas adentro de unos tronquitos de madera. Y que en algunos altos , sobretodo en la zona de Polanco y Lomas , venden en ramitos de 7 florecitas por 10 pesos , envueltos en papel celofán.
Caray! la crisis también alcanzó a los floristas. Hace no mucho tiempo los ramitos traían una docena! ya sólo traen 7.
Desde chiquita me han gustado muchísimo. Aunque mi abuelita decía que eran flores de muertos. Tienen un aroma delicioso. Desde hace mucho tiempo he buscado un perfume con aroma a gardenia. Hace un par de años encontré en un viaje uno de Elizabeth Arden y muy emocionadamente fui a probarlo , sólo para descubrir que no huele a gardenias sino a pasto! Así que sigo en la búsqueda.
Las gardenias son flores sencillas , baratas. Sin embargo para mí significan tanto. De chica me gustaban porque era un ramito de "mi tamaño".
También porque las remojaba en alcohol , para según yo hacer un perfume.
Son las flores que en ocasiones compro para mi y cuyo aroma llena mi casa y mi consultorio.
Me las han regalado por amistad , por agradecimiento , por simpatía.
Un marchante del tianguis , un señor grande, me las obsequia cada semana.
También me las han regalado con amor. Cinco ramitos que no sólo me llenaron las manos , sino también el corazón, cinco ramitos que jamás he de olvidar.
Les cuento :hace más de un año una querida amiga me regáló una maceta con una planta de gardenias. Venía con una flor. Su "florecita de leche". Fue un regalo que me hizo muy feliz. Inmediatamente me di a la tarea de investigar cuáles eran los mejores cuidados que podía darle a mi plantita. Y he aquí el veredicto: Sol , aunque no directo , agua suficiente , más no abundante , regarla un par de veces a la semana. Bauticé a mi plantita con el nombre de Lucy (que es la amiga que me la regaló) y con gran entusiasmo comencé mi labor. De cuidarla , regarla , fumigarla , abonarla , etc.
Por más que la cuidaba ,comenzó a languidecer. De ser una plantita llena de hojas, éstas comenzaron a caérsele . Hasta que del frondoso arbustito , sólo quedaron 3 ramas , que se fueron secando , hasta que sólo sobrevivió una.
Persistente que soy , por no decir necia , continué podando y regando hasta que nuevos brotecitos comenzaron a surgir. Poco a poco se fue llenando de hojas nuevas. Y con ellas, mi ilusión y mi esperanza brotaron también. Después de varios meses un buen día , me pareció ver un capullo. Lo mostré a la muchacha que me ayuda y estuvo de acuerdo: era un capullo.
A mañana , tarde y noche me asomaba para ver si abría.
Una buena mañana : pum! abrió el capullo para revelar dentro de sí una multitud de hojitas nuevas. No era una flor , eran más hojitas acomodadas en círculos concéntricos. De pequeñas a diminutas.
Hace un par de semanas , debido a unas reparaciones en casa , tuve que mudar mis plantas del garage al patio trasero. Los trabajadores habían tenido a bien ponerse a lijar la pared y a pintarla sin mover las macetas. Así que las hojas otrora verdes , lucían tonos de gris y blanco. Una vez mudadas y bañadas. Ya que tuve que lavarles las hojitas una por una, continuaron los cuidados. Todo parece indicar que ése hábitat les gustó más. Puesto que ayer por la mañana , me pareció ver un fragmento de color blanco sobre la planta. Habida cuenta que hubo trabajadores pensé que era un cachito de pintura seca o un papelito que hubiera volado. Sin embargo,
salí y la ví de cerca , para confirmar que : tenía una FLOOOOR!!
Al fin una flor. Y que junto con ella , varios capullos estaban creciendo. Uno más a punto de abrir.
Mi flor , es mejor que la del Principito de Saint-Exúpery.
Es hermosa , es perfecta , huele tan bien.
Es un milagro , verla y tenerla.
Es un triunfo de la paciencia , el cuidado y la esperanza , que aunque flaqueó, nunca se rompió...
